Hey chicos, entrenar es buena idea casi siempre. Independiente de la hora en que lo hagas. De hecho, eso es mucho mejor que quedarse viendo la “maratón” de tu serie en Netflix. Pero hay mejores horas que otras y de eso hablaremos en esta oportunidad.

¿Cuál es la mejor hora para entrenar?

Eso depende de cuál sea tu objetivo, de tu estilo de vida, de donde vivas, de si buscas un punto óptimo en cuanto desempeño, en fin, unas cuantas cosas para tener en cuenta.

Que quede claro tú puedes entrenar a la hora que quieras, tu verás.

Sin embargo, entrenar temprano por las mañanas es algo que se siente jodidamente bien.

Dicen que entrenar fuerza es mejor hacerlo a eso de las 6pm. y, de hecho, en ocasiones lo hago. Aunque, te repito, levantar pesas a las 5am se siente jodidamente bien.

Así las cosas, te quiero decir el por qué, entrenar temprano en las mañanas es una buena idea si quieres ser productivo, incrementar tu fuerza de voluntad y conseguir disciplina.

Disciplina.

La disciplina es la cualidad de los guerreros, sin ella no somo efectivos, todo el poder que podamos tener no se concentra y no somos capaces de avanzar a un ritmo óptimo.

Con disciplina podemos ser implacables, sin ella es muy difícil. Las acciones desperdigadas sin un foco no consiguen mucho.

El talento tampoco es lo único que necesitamos para llegar al objetivo. Se necesita algo más. En realidad, varias cosas más, y entre ella está la disciplina.

Ser disciplinado es algo muy masculino, un rasgo de quienes consiguen algún tipo de éxito en la vida.

Un negocio próspero requiere de disciplina, un cuerpo de escultura griega también. Un guerrero letal, requiere de una buena dosis de disciplina.

Entonces, levantarse a las 5 o 6am para entrenar, mientras todos duermen aún es una ventaja competitiva nada despreciable. Además, que incrementa tu confianza.

Mientras tus compañeros en el trabajo están recién preparando su primera taza de café, tú ya has terminado un duro entrenamiento de pesas.

¿Eres oficinista y crees que entrenar temprano no es una ventaja porque, tu profesión no exige un cuerpo esculpido? Bueno, utiliza el efecto halo a tu favor. Las personas en forma, consiguen mejores contratos, empleos o tratos más favorables de los demás.

En definitiva, entrenar temprano en las mañanas te da esa primera victoria del día que te da el impulso para conquistar los objetivos que te hayas propuestos para el día.

Además, que todo luego es cuesta abajo.

Es una jodida victoria.

Mejor organización de tus tareas. Más productividad personal.

Ciertamente que en un mundo agitado como en el que estamos inmersos, es fácil tomar como excusa la falta de tiempo para ejercitarse.

En algunos casos es comprensible, y en otros son solo excusas baratas.

Entrena más temprano por las mañanas y ahí lo tienes. Te sacas de la cabeza ese pesado entrenamiento, que se termina convirtiendo en una fuente de ansiedad.

Estas ajustado con tus tiempos, entonces, ya no tienes que preocuparte por ir al gimnasio a las 6pm cuando este está en su punto máximo de afluencia de público diaria.

Requiere un poco de voluntad y por lo mismo desarrolla la disciplina que te dije antes.

Hay ocasiones en que debo salir de casa a eso de las 6am. Y sé que tendré un largo día donde lo más probable que para entrenar lo deba hacer muy tarde por la noche, ya cansado y con ganas de irme a dormir.

Entonces, me pongo en acción antes de las 5am. Hago un entrenamiento rápido de dominadas lastradas, fondos, lagartijas, curl con mancuernas y ya está.

Motivación.

Una vez concluyes tu entrenamiento matutino, por tu sistema comenzará a recorrer un torrente de endorfinas y neurotransmisores que te harán sentir como un millón de dólares.

Cuando veas que ya a las 7am tienes hecha esa actividad que más fuerza de voluntad requería muy probablemente te invada una sensación de orgullo y motivación para seguir con el resto de las actividades del día.

Recablea tu cerebro.

Con cada entrenamiento completado, irás creando nuevas conexiones neuronales que se irán fortaleciendo poco a poco si persistes en el camino.

Esto se traducirá en más confianza, disciplina y motivación. Tu mentalidad ya no será la misma.

Te sentirás capaz de hacer las cosas que te propones. Porque, muchas veces dejamos de proponernos cosas solo por el hecho que estamos derrotados antes de la batalla, de esa forma no luchamos como deberíamos. De esto ni siquiera somos conscientes en la mayoría de los casos.

Cuando vamos consiguiendo victorias (pequeñas y grandes) vamos tomando confianza, el cerebro crea nuevas conexiones neuronales, literalmente estás recableándolo. Así ganas cierta confianza y cuando tienes un desafío por delante, pues ya no estás derrotado de antemano, sino que tienes la esperanza de ganar, y vas y luchas y te esfuerzas; haces lo que sea necesario para cumplir con la misión.

Combinación ganadora.

Como te he venido diciendo en otras publicaciones, las duchas de agua fría son terapéuticas. Pero puedes sacar mayores beneficios aún, combinándolas con una buena sesión de ejercicios.

Esta es la receta y síguela al pie de la letra:

Sesión de pesas o calistenia seguida de una ducha de agua fría de unos 5-10 minutos. Eso es todo.

Luego de una dura sesión de pesas vas a estar sudoroso, entonces la ducha de agua helada vendrá muy bien, será una dosis de pura activación y adrenalina, seguida de calma y claridad mental.

Luego de eso estarás prendido para iniciar tus demás actividades del día. Es como un cohete que te impulsa. Haz la prueba.

Suelo acompañar mis mañanas con café, así es que si añades esto último será muy difícil que no estes motivado, creativo y disciplinado.

¿En ayunas?

En mi caso, cuando entreno temprano por las mañanas, lo hago en ayunas, no tengo problemas con esto.

He oído de gente que sí que tiene problemas como mareos cuando hacen actividad física sin tener nada en el estómago. No se cual sea tu caso, pero de todas maneras se trata más de costumbre.

Luego de entrenar y ducharme puedo desayunar, pero trato de no hacerlo copiosamente, debido a que luego me da sueño.

Si te puedes hacer un batido de proteína de suero de leche estaría bien, le puedes añadir avena (carbohidrato de lenta absorción), alguna fruta o lo que sea. Así ahorras tiempo y te lo puedes ir bebiendo durante tu trayecto al trabajo o mientras trabajas. Tú decides.

Algunas recomendaciones para agilizar todo.

Levantarse a las 5am ya es pesado ¿no? Entonces la idea es hacer las cosas más fáciles, no queremos sobre complicar todo esto.

Deja todo listo la noche anterior.

Si tienes que ir al gimnasio, deja listo tu bolso y tu ropa de ejercicio lista para ponértela. No comiences a decidir que llevarás en esos momentos, pierdes tiempo valioso.

En mi caso entreno en casa, por lo que, no tengo que preocuparme de esas cosas. Pero sí que dejo mi ropa preparada y el café listo para hacerse. Aunque me gusta moler el café justo antes de prepararlo.

De todas formas, una vez molido lo dejo preparándose en la cafetera. (La idea es ganar tiempo).

Otra cosa es que si entrenas desde casa, pero necesitas trasladar equipo, como discos o barras a un lugar determinado. Bueno acá, te recomiendo que dejes todo dispuesto la noche anterior. Así vas directo a hacer lo que tengas que hacer y ya, sin complicaciones.

Has todo lo que tengas que hacer y parte al ejercicio.

Dejo el café preparándose y parto al baño a hacer… Bueno, a hacer lo que se hace en un baño… Lavado de dientes, orinar y ese tipo de cosas.

No gastes mucho tiempo aquí.

En todo el proceso no deberías tardar más de 10 – 20 minutos.

Luego parte al gimnasio o si es en casa, no pierdas tiempo y ponte a entrenar.

Bueno, eso es todo por esta vez. Prueba a entrenar a las 5 o 6am y verás cómo organizas mejor tu día, te vuelves más disciplinado, aumentas tu confianza y literalmente recableas tu cerebro para mejor.

Mejor aún si lo combinas con duchas de agua helada y café. Esto es explosivo, has la prueba.

Un abrazo,

Damián Cáceres.