Durante el trimestre pasado me puse como desafío hacer todos los días, de lunes a sábado 30 dominadas, 100 lagartijas, 100 sentadillas y 100 crunches ¿Por qué, lo hice? En realidad, porque, lo necesitaba… Necesitaba ser disciplinado. El ponerme retos me hace estar en movimiento y ganar impulso. Considero que es altamente recomendable ponerse algún que otro desafío, esto tiene que ser una constante.
Entonces, la razón principal era para ganar disciplina y con ello impulso. Como te estaba diciendo más arriba, lo necesitaba, pues perdía el foco en lo relevante en mi vida. Las distracciones del día a día me estaban llevando para otra parte donde no era mi misión estar. Te adelanto que esto me sirvió a mi y si quieres ser disciplinado, te ayudará a tí también.
Entonces, tenía que hacer algo. Y para serte sincero, no fue lo único que hice.
El ejercicio físico y la oración purifican cuerpo, mente y espíritu.
He ido tratando de aumentar la oración…
Y en lo físico y mental, me propuse este desafío por los siguientes 90 días.
Como adelanto, te digo que fue difícil hasta cierto punto. Evidente, de lo contrario no hubiera sido un desafío.
Te aclaro igual que mi programa de entrenamiento regular seguía ejecutándolo.
La disciplina es algo que se construye con el tiempo, poniendo algo de esfuerzo sostenido. Lo mismo con la capacidad de enfocarse.
Son habilidades que se entrenan. No es que se nazca o no con disciplina. Más bien, a lo largo de nuestras vidas la vamos desarrollando o no.
Principalmente, es en nuestra niñez que formamos esta capacidad. Así como la capacidad de enfoque.
Pero si eres adulto, no te desanimes, aún tienes mucho margen para mejorar. Puedes ser disciplinado si te lo propones. Se trata de introducir a tu vida ciertos hábitos que te harán ser disciplinado.
¿Qué es ser disciplinado?
Bien, ser disciplinado implica poder lleva a cabo ciertas acciones que te encaminan a uno o más objetivos que te hayas propuesto, o te los hayan impuesto.
El punto está que dichas acciones las vas a ir ejecutando de manera sostenida, constante. Y además, las realizarás sin importar tus emociones del momento. Si tienes pereza de hacerlas o no, si tienes motivación o no. Todo eso, entre más disciplina tengas, más de lado quedarán, serán irrelevantes.
En simple, es haz lo que tengas que hacer, tengas ganas o no de hacerlo.
¿Así es que quieres ser más disciplinado y enfocado?
Pues bien, eso es lo que vamos a ver ahora. Te contaré mi experiencia tratando de conseguir más foco y disciplina en el último tiempo y los resultados que he conseguido.
90 días de disciplina.
En otros artículos te he recomendado “30 días de disciplina”. Que son una serie de 12 hábitos y si quieres ponerte en forma, tanto en cuerpo como mente, vamos que tienes 30 días para darlo todo y te aseguro, si lo completas habrá un antes y un después en tu vida.
De hecho, pensé en hacer el reto de los 30 días de disciplina, pero ya tengo internalizado varios de los hábitos a ejecutar, como la postura corporal o las duchas de agua fría.
Además, que solo quería recuperar la disciplina ganada y el enfoque en mis objetivos y en lo importante.
No creí necesario ir por este reto para poder ser más disciplinado.
Así, decidí hacer algo parecido por los siguientes 90 días. Tomaría uno de esos hábitos a ejecutar que son 100 lagartijas, 100 sentadillas y 100 crunches. Pero decidí agregar algo más, que eran 30 dominadas. Todo esto repartido a lo largo del día, aunque muchas veces hice todo de un tirón.
Ese fue mi programa de disciplina y foco el trimestre anterior. Simple, pero efectivo.
Quizás no lo veas como algo demasiado desafiante. Pero ocurre que la dificultad no solo radica en desarrollar estas acciones día con día, sino también, en compaginarlo con las demás actividades que tengas que hacer todos los días. Por ejemplo, trabajo, familia, relaciones sociales, estudio…
¿Cómo tener disciplina con el ejercicio físico?
El ejercicio físico es uno de los mejores constructores de disciplina que tenemos a disposición. Se requiere fuerza de voluntad para levantarte del sofá abrigado y salir allá afuera en el frío para hacer tus 5k del día.
Tienes la opción de quedarte tendido en tu cama o ir al gimnasio temprano en las mañanas.
Podrías simplemente quedarte jugando video juegos. Pero, sin embargo, te levantas y te pones a hacer lagartijas y dominadas.
Todo esto no solo te fortalece físicamente. Eso es lo más evidente. Pero hay algo más… Se trata de que te fortaleces mentalmente. Te acostumbras a ser alguien más duro.
Entrenar afuera cuando hace frío te hace alguien más resistente mentalmente.
Implica salir continuamente de tu zona de comodidad. Luego con el tiempo esto se vuelve algo normal en tu vida. Sabes que tienes que hacer algo y por muy incómodo que sea, simplemente lo haces y ya.
Vas entrenando, con estas pequeñas decisiones que tomas, tu disciplina.
¿Por qué los desafíos para ser más disciplinado?
Los desafíos me gustan porque, ellos me hacen ponerme en el modo disciplina. Hay momentos en que pierdo el foco y no hago todo lo que debería para llegar a los objetivos que me he propuesto.
De esta manera los desafíos son esa bofetada que te hace reaccionar y darte cuenta de que te estás saliendo del camino. Y activan el modo disciplina en mi mente.
Por lo general, ponerme un desafío va a repercutir en otras áreas de mi vida. Ya no quiero fallar en nada de lo que me haya propuesto y sea importante.
Si tengo que estudiar, voy a estar más propenso a hacerlo. Lo mismo si tengo que trabajar en ese proyecto que me puede dar mayores ingresos o hacerme mejorar en alguna habilidad que esté desarrollando.
El lóbulo prefrontal toma predominancia haciendo que te vuelvas más disciplinado y enfocado en otras áreas de tu vida.
No subestimes el poder de los desafíos, además, que te dan confianza. Si los superas, te sabrás capaz de hacer cosas que antes pensabas que estabas lejos de poder lograr.
De estar todo el día jugando video juegos y levantarte a las 2 de la tarde y comer papas fritas con Coca cola, a levantarte a las 5am, hacer un montón de dominadas, lagartijas, sentadillas, correr 3k y darse duchas de agua fría. Parece algo imposible cuando ya llevas mucho tiempo viviendo una vida perezosa y sin propósito. Pero créeme que es totalmente posible para alguien normal y sano. Qué me dices, hay gente con mucha mayor dificultad que lo hace también. No me vengas con excusas.
Mi experiencia…
Ponerse desafíos te hace poner en el modo disciplina y por ende enfocarte. Se trata de alcanzar un mayor nivel de autodominio. Pero no se trata simplemente de ponerte desafíos cualquieras. Se trata de que sean aquellos que contribuyan a acercarte más a tus objetivos. De lo contrario, podrían ser hasta contraproducente.
Para mí el ejercicio físico es algo importante y va más allá de solo estética y salud. Para mí es ser más fuerte, porque, es mi obligación ser fuerte; es ser más fuerte en cuanto a cuerpo, pero también te hace más resistente mentalmente. Y, de hecho, mejora tus habilidades cognitivas.
Por lo que, hacer 30 dominadas, 100 sentadillas, 100 lagartijas y 100 crunches era algo que definitivamente me ayudaría a estar más en forma.
Lamentablemente no hice una bitácora detallada de este proceso. Es que siquiera hice una. Todo lo que te puedo decir respecto a esto va directamente de mi memoria, por lo que, podría haber imprecisiones.
El inicio…
Fue relativamente fácil, ya que la motivación estaba. Las dominadas las dividí en 3 series de 10. No me eran difíciles hacerlas ya que tenía una buena base. Aunque en la tercera serie costaba un poco más llegar a la diez e incluso hubo días en que no pude hacer las últimas 10 de un solo tirón.
Las lagartijas, empecé haciendo unas 60 seguidas. Dependiendo del día eso sí. Si estaba muy apurado, porque, tenía que ir a otro lugar, solo hacía unas 40 o 50 y luego continuaba cuando tuviera un momento para hacerlo.
Lo mismo con las dominadas. No siempre hice las 3 series de 10 seguidas. A veces, hacia 10 en la mañana apenas me levantaba y ya en la tarde hacia el resto.
Hacer 100 sentadillas no es algo que sea fácil. Va a requerir que pongas voluntad de tu parte. Rara vez hice las 100 de un solo tirón (aunque puedo hacer mucho más que eso de una sola vez). Las dividía en 2 a 5 series. Por lo menos, así sucedió la mayoría del tiempo.
Los crunches era lo menos complicado psicológicamente hablando. Los hacía de una sola vez y ya.
Así transcurrieron los días. Hacía esta rutina 6 veces por semana. De lunes a sábado. Y mi rutina de ejercicios con pesas y algo de calistenia la seguía haciendo regularmente (aunque hubo varias ocasiones en que tuve que modificar o no hacerla, debido más bien a que me estaba moviendo de un lado a otro, debido a trabajo principalmente).
Procuraba levantarme más temprano de lo habitual para poder avanzar en el desafío, pero lo cierto es que no siempre alcanzaba.
En un inicio hacía buena parte de la rutina apenas me levantaba (cuando disponía de tiempo).
El segundo mes…
Luego de un mes de entrenamiento, hacer todo ese ejercicio extra suponía parte de mi vida. La motivación ya no estaba del todo. Pero de todas formas era algo que iba a hacer igualmente, porque, simplemente tocaba hacerlo. No había mayor discusión en mi mente. Tocaba ser disciplinado…
Sin embargo, tendía a dejarlo para la tarde o noche.
Mas que físico se vuelve algo psicológico, estás batallando contra ti mismo.
Puedo hacer 100 sentadillas de una sola vez, incluso con lastre de 10 kilos. Pero el hecho de tener que hacer 100 repeticiones era algo que me hacía querer evitarlo. Quizás por eso lo postergaba lo más que pudiera.
Eso sí, hay un truco que hace todo esto más llevadero. Se trata de parcelar o dividir la rutina en pequeñas partes manejables para ti.
En mi caso hacía varias series hasta completar las 100. Y las repartía durante el día. Podía estar en cualquier lugar e iba y me encerraba en el baño para hacer 30 o 50 sentadillas y así era algo que podía llevar de mejor forma.
Algo que te aclaro es que por mucho que tomara esto como parte de mi vida, pensaba en el momento en que el desafío acabaría y ya no tendría que hacer todas esas repeticiones todos los días. Ja.
Por algo es un desafío. Te mantiene desafiado casi todo el tiempo. Además, que las horas de sueño en esos momentos no eran las óptimas, el cansancio del día se sentía y llegar a la noche y darte cuenta de que aún te falta por completar todo el reto, porque, no haz echo nada y no te puedes ir a dormir sin completar 30/100/100/100 requería de bastante fuerza de voluntad. Sin duda una buena manera de entrenarla ¿no?
¿Cómo terminó todo esto?
Llegado al final de este desafío de autodisciplina espartana, hacer todo este ejercicio estaba casi internalizado, pero ocurre una cosa… Que al igual que las duchas frías nunca te terminas de acostumbrar totalmente a hacerlo. Llega un punto en que es parte de tu vida, pero aún sigue exigiendo que apliques una buena dosis de fuerza mental.
Hacia el último mes, podía hacer ya 100 lagartijas de un solo tirón. Hacer 30 dominadas con lastre puesto me resultaba relativamente fácil (divida en 3 series eso sí y el lastre de 10 kilos).
Algo que exigió más de mí, fue el hecho que había días que estaba durmiendo poco, lo que en el tiempo me hacía estar más cansado y sin ganas de entrenar. Pero que va. Tenía que hacerlo y lo hice, después de todo. Pues de eso se trata (en parte) ser disciplinado.
Eso sí, no todos los días fueron buenos. Hubo días en que no completé toda la rutina. Debí haber llevado un registro más detallado, sobre todo para tener una idea clara de cuantos fallos tuve.
Tengo la idea que fueron pocos días en lo que ocurrió esto. De 90 días quizás 10 en donde olvidé que me faltaban algunas repeticiones por completar o incluso ejercicios por empezar a hacer (como los crunches que siempre los dejaba para el final).
Aun así, considero exitoso el desafío, porque, lo complete la mayor parte del tiempo, me ayudo a superarme física y mentalmente y a enfocarme más en mis metas.
Mi lista de tareas diaria empezó a quedar tachada en su totalidad o mayoría, lo cual, da cierta tranquilidad, ya que vas avanzando, aunque sea lento, pero avanzando, al fin y al cabo.
Porque esto se trata de presentarse, hacer el trabajo, irse para volver al otro día, hacer el trabajo y así hasta llegar al objetivo.
Así es que quieres ser más disciplinado…
Que bien que quieras eso. Quieres superarte, ser mejor. Y este sitio está pensado justamente para hombres como tú que quieren mejorar en sus vidas.
Bien, ponte desafíos. Te sugiero que sean pequeños al inicio. Si eres de los que se la pasa echado jugando video juegos todo el día, vamos que el solo hecho de ir al gimnasio 3 veces por semana hará bastante por tu disciplina.
Pero no te quedes ahí. Ponte objetivos, vive conforme a unos valores y cumple con tu deber.
Ponerte a prueba te da cierta confianza, porque, cuando pasas el desafío, conoces más acerca de ti ¿te diste por vencido a la primera de dificultades? o ¿seguiste batallando?
Enfrentar un desafío te hace entrar en el modo disciplina, es tu glóbulo prefrontal el que toma el control en tu vida y no solo las emociones pasajeras.
Uno de los mejores constructores de disciplina es el ejercicio físico. La experiencia nos indica que cuando una persona se pone a realizar ejercicios regularmente, ocurre que otras áreas de su vida también empiezan a mejorar. Porque, fortaleces tu glóbulo prefrontal, encargado de regular tu autocontrol y fuerza de voluntad. Por esta razón, tu vida en general se ve impactada de forma positiva.
Personas que se pusieron a ejercitar 2 o 3 veces en la semana, pusieron en orden sus finanzas o que empezaron a levantarse más temprano para aprovechar mejor el día.
Historias como estas, hay montones.
Jocko Willink el ex Navy Seal de la Marina de los E.E.U.U. nos dice que no existe eso de que la disciplina se agota rápidamente, tu disciplina no funciona como la batería del móvil.
De hecho, nos dice que, si empiezas el día haciendo un uso intensivo de tu disciplina, no agotarás tu “batería” sino más bien la recargarás. Y puedo dar fe de ello.
Un día que me levanto temprano, haciendo lagartijas y dominadas y ducha de agua fría, es una victoria que me da motivación y disciplina para conquistar el día.
Recapitulando, ponte desafíos, pero asegúrate que los vas a poder cumplir, No deben ser para ti casi imposibles de lograr, pero tampoco fáciles.
Es altamente recomendable que los desafíos que te impongas digan relación con lo físico, ya que es uno de los mayores constructores de disciplina que existen.
Además, estos desafíos te deben de ayudar a lograr los objetivos que te has propuesto. Por lo que, procura que te faciliten las cosas con tus metas.
Si tu objetivo es sacar una buena calificación en tus próximos exámenes, la idea es que no te la pases todo el día haciendo ejercicios y no tengas apenas tiempo para estudiar.
Lo que se busca con los desafíos es ponerte en el modo disciplina y tu enfoque sea como un rayo láser hacia lo que tú estás haciendo. Se trata de ser disciplinado, pero que esto sea ventajoso para tí, no que signifique un obstáculo al logro de tus objetivos o metas.
Bien, eso es todo por esta ocasión. Espero te pueda ser de ayuda. Ya ves que no es tan difícil construir disciplina espartana, solo basta un poco de voluntad de tu parte y una decisión firme.
Solo preséntate, has el trabajo y ya. Pero al otro día deberás volver a presentarte y hacer el trabajo. Ahí diría, es está la mayor dificultad, porque, va a requerir de hacer uso de tu disciplina y eso es lo que buscamos, porque, cuanto más la uses más fuerte te vuelves.
Un abrazo,
Damián Cáceres.
COMENTARIOS RECIENTES