Uno de los padres fundadores, un inventor prolífico, un empresario que acumulo gran riqueza, un filósofo y político. Uno de los hombres más grandes en la Historia de la Humanidad. ¿Cómo llegó tan lejos? ¿Cuáles eran sus secretos de productividad?
Esto es algo intrigante y a la vez emocionante. Lograr aunque sea un poco de su capacidad para ser un logrador es algo que vale todo el esfuerzo que se necesite ponerle.
En su libro sobre “Los Personajes más productivos de la historia” Michael Rank, nos describe un poco sus rutinas y hábitos. Sus secretos de productividad.
Te adelanto uno:
“Acostarse temprano, levantarse temprano, hace del hombre, sano, rico y sabio”.
Lema de Benjamin Franklin
Puede parecer obvio, pero parece que el hecho que sea algo tan simple, lo convierte en un secreto que a muchos les cuesta develar.
Pero, es lo primero si queremos obtener un alto grado productividad.
Eliminar Hábitos Nocivos.
Benjamin Franklin, creía que fortaleciendo su moral, su carácter, podía tener una vida que llegara al máximo de realización.
Para esto debía eliminar los hábitos que le perjudicaran en este propósito.
Así es que elaboró un programa de entrenamiento para eliminar hábitos perjudiciales e integrar hasta dominar, otros nuevos que lo ayudarían a crecer
Llegó a la conclusión que necesitaría integrar 13 nuevos hábitos, en realidad 13 virtudes que sería los que guiarían su vida.
Programa Para Integrar las Virtudes Para la Realización Personal de Benjamin Franklin.
Estos 13 principios los integraría uno a la vez. Y los ordenó cuidadosamente para que dominar uno, facilitara dominar el siguiente.
Templanza: evita comer por gula y evita beber hasta la embriaguez.
Silencio: habla sobre lo que puede beneficiarte a ti y otros. Evita conversaciones banales.
Orden: Todas las cosas tienen su lugar. Dedícale a cada cosa su tiempo.
Determinación: decide desempeñar lo que tengas que hacer. Desempeña sin errores lo que hayas decidido.
Austeridad: no tengas más gastos que los que necesites para hacer bien a otros y a tí.
Diligencia: no pierdas el tiempo; utilízalo siempre en algo útil; erradica todas las acciones innecesarias.
Sinceridad: no engañes: piensa de forma inocente y justa, y si hablas, hazlo de manera congruente.
Justicia: no le hagas daño a nadie, ni omitas los beneficios que aporta tu deber.
Moderación: evita los extremos. Acalla las heridas que se resienten tanto como pienses que se merecen.
Limpieza: no toleres la suciedad en el cuerpo, la ropa o en la casa.
Tranquilidad: no te alteres con las riñas o con los accidentes que son comunes o inevitables.
Castidad: no utilices el deleite sexual, si no es por salud o para reproducirse, nunca lo utilices por aburrimiento, debilidad o como forma de herir tu paz o reputación o la de otro.
Humildad: imita a Jesús y Sócrates.
Se propuso en un principio dominar cada uno, cada semana. Así el programa sería de trece semanas.
Pero en realidad le tomó un año entero poder dominarlos.
En realidad nunca pudo dominarlos por completo. Hey Warrior, somos personas…
Y sin duda lo hicieron mejor. Significativamente mejor.
Es así, como solo con tener una parte del dominio de todos estos principios nos ayudará a ser muy superiores a lo que somos hoy en día.
Planificaba.
Otro secreto de Benjamin Franklin era que planificaba.
Tenía micro objetivos diarios y macro objetivos para un año.
De esta manera planificaba su día. No dejaba ningún espacio sin rellenar en su día.
Este es un ejemplo de como planificaba su día (extraído del libro “Los personajes más productivos de la historia”):
5-7am: “Me levanto, me lavo, le rezo a la bondad poderosa; planeo las tareas del día y decido mi propósito del día; prosigo con mi estudio; y desayuno.
8-11am: trabajar.
12-1pm: leer o repasar mis cuentas y almorzar.
2-5pm: trabajar.
6-9pm: ordenar, cenar, escuchar música, divertirse o conversar y repaso del día.
10-5am: dormir. Pero antes, se responde a la pregunta ¿Qué buena acción he hecho hoy?
Cada día tenía un propósito, lo cual, le confería motivación y una dirección clara hacia dónde ir durante este.
Definir un propósito para el día, es para mí uno de los mejores secretos de productividad de Benjamin Franklin.
Ser un Logrador.
Para ser un logrador, todo lo anterior sí que nos va a ayudar. sobre todo (para mí) integrar en nuestras vidas, todos o la mayoría de las 13 virtudes que describí anteriormente. En realidad, integrandolas solo en parte, ya se puede llegar mucho más lejos de lo que hemos llegado hasta ahora.
Tener un propósito para el día, es poderoso…
Y Planificar el día. Son aspecto básicos de la productividad. Son los más importantes. Ya ves todo lo que logró este Gran Hombre.
Hasta la próxima,
Damián Cáceres.
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