Esta es la última entrega de la serie sobre la debilidad de los hombres occidentales. El punto acá no es quejarse de lo mal que está la cosa para nosotros los hombres, sino ver cuáles son los posibles motivos y de esta forma tomar medidas. Esto es, volver a recuperar nuestra masculinidad sin complejos, sin pedir disculpas por ello.

Ahora veremos, algunas de las causas que están más relacionadas con las hormonas, con el desprecio a ciertas virtudes, con algo superior, todo lo cual, va a sacar al guerrero que llevamos dentro y contribuir a una sociedad más sana y tradicional.

Bajos niveles de testosterona.

El hombre moderno tiene baja la testo. Toda la comida basura, el estilo de vida sedentario, la obesidad, y el ambiente feminista en cual estamos insertos, han hecho, que esta preciada hormona masculina se esté reduciendo en cada generación en un 20% aproximadamente.

Esto tiene consecuencias. Ese impulso que nos lleva a ir más allá, que nos hace superarnos, ser competitivos, guerreros, protectores se apaga…

Somos menos fuertes, no solo en el sentido físico, sino también en el sentido mental. Los hombres necesitamos ser más agresivos, y te dejo claro: no unos abusadores.

Necesitamos esa agresividad para proteger a los nuestros, a uno mismo, nuestra patria, nuestra fe.

Deberíamos ser capaces de ser muy peligrosos, pero también de controlar aquello.

Hay quienes son pacifista, pues porque, no les queda más opciones por su debilidad, sobretodo mental.

¿Quieres elevar tu testo? En este artículo te cuento cómo.

Las virtudes masculinas ya no son bien vistas por la sociedad moderna.

La disciplina; ser severo es visto como algo retrógrado. Llevar una vida espartana es algo muy duro para la mayoría de los hombres occidentales acostumbrados a sus comodidades y lujos superfluos.

La virilidad es algo que ofende a los niños llorones. Ser afeminado no ofende a nadie, es un progreso para la cultura. Hombres sofisticados, finos, sensibles, llorones, afrutados… Débiles.

Eso promueven hoy los grandes medios de comunicación. Las elites se afanan en financiar todo lo que nos lleve a esa locura.

El hombre afeminado se vuelve más consumista y materialista. Carece de las virtudes propias de los hombres. La austeridad, ponerse cómodo con las incomodidades, sufrir las penalidades con estoicismo.

Cultivar la fuerza, es algo demasiado ofensivo y prehistórico.

Las mujeres hablan de que quieren hombres tiernos, amorosos, sensibles, en sintonía con sus sentimientos. Ja

Pero se terminan involucrando y enamorando del primer alfa que se pillan.

Están frustradas porque, ya no encuentran hombres de verdad.

El 20% de hombres se está quedando con el 80% de féminas. Ese top 20% está compuestos mayormente por hombres masculinos. No por señoritas sensibles y en sintonía con su parte emocional.

No niego que en ese top 20 haya más de alguno medio afeminado. Pero te aseguro que tiene mucho dinero, tipo Jeff Bezos o esos típicos nerd magnates de la tecnología.

¿Qué podemos aprender de esto?

Que las chicas no dicen la verdad cuando se trata de lo que realmente quieren en un hombre. Así es que no les creas.

Tampoco creas lo que dicen las películas románticas.

Se masculino, cultiva las virtudes masculinas.

Fuerza, honor, austeridad, coraje, autocontrol, etc.

No temas ser competitivo, siempre que eso no te controle a ti. Simplemente es una expresión de tu masculinidad.

Generación de niños de cristal.

Lo antes mencionado, nos lleva a que como sociedad estamos educando a chicos que no soportan nada, viven en una burbuja de sobreprotección.

Todo les resulta ofensivo y creen que lo que hicieron sus antepasados fue cruel e inhumano. A pesar de disfrutar de lo que lograron aquellos.

Lo peor es que se creen con superioridad moral sobre el resto y sobre sus padres. Son progresistas, para ellos el solo avance del tiempo, es un avance continuo de otras cosas, como el plano moral.

Lo cierto, es que eso se verifica en cuanto a la tecnología, pero si lo vemos por un rango mayor de tiempo, comprobamos que tampoco es tan así.

Estos jóvenes son extremadamente peligrosos porque, en su locura colectiva se vuelven totalitarios en pos de no ofender a nadie.

Lo podemos ver en la cultura de la cancelación que se está dando en todas partes hoy por hoy.

Ni siquiera en tu empleo puedes decir lo que realmente piensas porque, puede haber un niño de cristal que se sienta ofendido y presione para que te despidan o sancionen.

¿Qué nos queda frente a todo esto?

No ser uno de ellos, si has sido sobreprotegido, pero te logras dar cuenta que esto no está del todo bien, pues te felicito, tienes la humildad de reconocerlo, ahora toca simplemente fortalecer cuerpo, mente y espíritu.

Este sitio te ayudará en aquello.

Falta de algo superior por lo cual vivir y luchar.

Los hombres occidentales de hoy no tienen algo superior por lo cual, vivir y luchar… Es que, si lo tenemos, el mundo esta jodido hoy.

Pero preferimos la comodidad que nos da el mundo moderno.

La falta de propósito se hace evidente en muchos de nosotros. Y con eso cedemos nuestra masculinidad y responsabilidad.

Cuando tenemos un propósito y nos enfocamos: nos fortalecemos, fijamos prioridades.

Y esto lo notan los demás. Especialmente las chicas, que te ven como un líder, como alguien que no cede ante todo lo que ellas caprichosamente exigen y que no las ponen en un pedestal que no les corresponde.

Un propósito puede ser un objetivo que tengas en mente, como tener un negocio, obtener un título en algo en lo cual hacer una carrera, desarrollar un físico fuerte y musculado o la suma de todo esto.

Luego hay algo más profundo por lo cual luchar y vivir y hasta morir. Se trata de aspectos trascendentales en nuestras vidas y de los demás.

Luchar por el bien de tu familia y país.

El Occidente de hoy está descristianizado, pero el cristianismo nos forjó en quienes somos. De hecho, a Europa se le llamó durante siglos la Cristiandad, cosa que se extendió a nuestra América española una vez comenzó la conquista de estos territorios.

Para un cristiano hay algo superior por lo que luchar. Luchar por Dios como lo hacían los cruzados.

Por Dios y por Santa María carga la caballería…” Lema de la caballería chilena antes de lanzarse a la carga en una batalla.

Ahora estamos desprovistos de algo bueno e infinitamente superior a nosotros. Vivimos en un materialismo absurdo.

Nos desplazamos en el tráfico para llegar a trabajos de mierda para después de 8 horas volver a casa a ver series en la televisión.

Lo tenemos todo a la mano y, sin embargo, estamos vacíos.

Tened un propósito en la vida. Tened algo superior por lo que luchar y morir si es necesario. Vivir en un mundo carente de virtudes, donde todo es relativo nos lleva a la desesperanza y nos debilita.

Nuestras familias necesitan de hombres fuertes y con propósito.

La patria los necesita.

Dios lo necesita… Y lo quiere así, es su Voluntad.

Y… ¿Qué nos queda?

Hemos visto que el Occidente está bien jodido, en mayor o menor medida, los niveles de testosterona en los hombres de estas generaciones han bajado estrepitosamente. La comida basura tiene una buena responsabilidad en todo esto.

Pero hay más, ideologías perversas como el feminismo han hecho lo suyo, la desestructuración de la familia ha significado que más jóvenes caigan en las drogas, que no tengan una figura paterna a la cual emular.

Como hombres nos hemos vuelto débiles…

Y… ¿Qué nos queda? ¿Lamentarnos?

No, por supuesto que no. Eso sería comportarse como alguien débil. Por lo menos, no lamentarse por demasiado tiempo.

Nos queda hacer algo. Comenzar a levantarse y fortalecerse y no mirar atrás…

¿Qué es lo más próximo que puedes hacer para ser alguien más fuerte?

Forja disciplina.

-Forja hábitos que te hagan ser mejor.

-Forja un cuerpo fuerte.

-Forja una mente fuerte.

-Oración y ejercicio, así es como te purificas.

Ponte en situaciones incómodas regularmente. Las duchas frías te purifican y vuelven más fuerte.

Mete información sana en tu mente, que te haga mejor; limita al máximo las redes sociales, los noticieros que te adoctrinan, los libros basura que no te llevan a nada o que te meten ideologías degeneradas, en definitiva, saca toda esa información que te vuelve débil.

Reemplázala por la que te hace fuerte y más útil a la sociedad (no al sistema) y tu familia.

Lee sitios como este, te aseguro que te serán de ayuda, al menos, tendrás la motivación para de una vez por todas levantarte y ser un hombre mejor, más fuerte, rápido, inteligente y masculino.

¡Hey! esto se está alargando demasiado. Lo dejamos hasta acá por esta ocasión.

Un abrazo,

Damián Cáceres.