¿Qué es ser un hombre? ¿De qué trata eso que llamamos masculinidad? ¿Es posible de definir a ciencia cierta? El Camino de los Hombres de Jack Donovan trata de responder a estas preguntas y busca hacerlo de una manera certera.

Donovan en el Camino de los Hombres se aproxima a lo que es ser un hombre desde el punto de vista biológico y evolutivo principalmente. Se aleja, además, de una concepción moral de lo que sería la masculinidad.

No es que vaya contra esta, sino que va más allá. Busca llegar a una comprensión de la esencia. Sin el resto de los condimentos que ensalzan al ser masculino.

Esto quiere decir que alguien independiente de su moralidad, puede ser bueno siendo hombre o no. Entonces, no va contra tus creencias de lo que es moralmente aceptable o no.

Para que te quede más claro, un traficante de drogas que dirige una mafia puede ser bueno siendo hombre (o masculino) así como también, un hombre consagrado al servicio público y ayudar a los más pobres.

En este artículo me aboco a hacer un resumen lo más completo posible, sin que se me escapen los puntos importantes del libro.

Además, no me limito a solamente resumirlo. Sino también, a complementarlo con mis propios puntos de vistas. Eso sí, teniendo especial cuidado en no tergiversar el mensaje que quiere transmitir el autor.

Entonces, solo lo complemento cuando creo que hace falta. Nada más.

Si lo prefieres puedes adquirir el libro desde este enlace.

Espero le puedas sacar buen provecho, sin duda uno de los libros más importantes cuando se trata de masculinidad.

Que lo disfrutes.

Hombres y Mujeres NO SOMOS IGUALES.

Para poder responder a la pregunta de qué es ser un hombre, primero debemos preguntarnos si tiene sentido hacerse tal pregunta ¿Existen diferencias entre hombres y mujeres? ¿Son lo suficientemente acentuadas como para que valga la pena darse a la tarea de definir el camino de los hombres?

Pues sí que las hay. Eso es algo que resulta a la vista. No solo es evidente ante nuestros ojos, sino también, la psicología de ambos sexos es diferente.

Durante toda nuestra existencia en este mundo fuimos evolucionando para llegar a ser lo que somos hoy en día, biológicamente hablando.

Los cientos de miles años de evolución determinaron diferencias lo suficientemente notorias para poder distinguir a un hombre de una mujer tanto físicamente como psicológicamente.

Sabemos que los hombres tenemos más masa muscular y una mayor densidad ósea que las mujeres.

Que ellas tienen más estrógeno que nosotros. Y que el hombre tiene unas 10 veces más de testosterona que la mujer.

Sabemos también que la mujer es una mejor cuidadora que el hombre.

Las chicas tienen una naturaleza más emocional que los hombres que solemos ser más racionales.

Diferencias existen muchas. Tantas que hasta no mucho tiempo atrás se daba por descontado que hombres y mujeres no somos iguales.

Es en este mundo moderno que, por distintos motivos, ya sea tecnológicos sociales e ideológicos, que estas diferencias se han difuminado o más bien se nos hace creer que no existen.

Por esta razón El Camino de los Hombres viene a desentrañar qué es eso de ser un hombre, cuál es su esencia o qué es eso de ser bueno siendo un hombre.

Las 4 Virtudes Tácticas Masculinas.

Donovan nos dice que las diferencias de sexo son algo biológico y no cultural ni impuesto como nos quiere hacer creer el post modernismo.

Nos dice también, que los hombres tenemos unas virtudes. Las denomina las virtudes tácticas masculinas.

Pero ¿cuáles son esas virtudes?

Para responder a esta pregunta se sitúa en un contexto de escases. En un ambiente hostil, donde los recursos son limitados ¿cómo es que nos organizamos? ¿qué es lo que valoramos?

La razón de que se sitúe en un ambiente de estas características no es antojadiza por parte de Jack Donovan.

Evolutivamente hablando hemos pasado más tiempo en este tipo circunstancias que en un ambiente de alta tecnología y abundancia material.

Y ahí radica en parte las diferencias que se pueden observar entre ambos sexos.

El Perímetro:

En un ambiente hostil establecer un perímetro es fundamental. Dentro de este, está el nosotros. Fuera de este, está el ellos.

La organización en tribus no es causalidad. Los humanos solo podemos establecer relaciones de confianza y podemos procesar a pocas personas. Se cree que entre 100 a 300 personas.

Más allá de eso suele ser abstracto y solo se comprende desde el punto de vista racional, pero no se procesa emocionalmente.

El tamaño de una compañía en el Ejercito se compone de unos 200 integrantes aproximadamente. Y si te fijas, se llegan a estrechar lazos muchos más fuertes en unidades más pequeñas como un pelotón o una escuadra.

Si aplicamos esto al management, las empresas cuando son pequeñas o medianas suelen adaptarse mejor a los cambios en el mercado. Son más veloces que las grandes.

Por eso que dentro de toda organización que quiera ser eficiente y veloz se debe propender a que se trabaje en equipos de pocas personas, solo así se llega a un grado mucho mayor de compenetración.

Los hombres solemos establecer grupos o pandillas. Y hay valores que son intransables como lo es la lealtad. Debemos de resguardar el perímetro y este suele ser sangriento. En esa línea divisoria que separa al nosotros del ellos.

Entonces, se necesita de coraje, competencia y saber trabajar en equipo o sea siendo cooperativos para lograr un objetivo común.

Y aquí entran las 4 virtudes tácticas masculinas.

Las virtudes tácticas masculinas:

Virtus le llamaban los romanos queriendo significar los valores marciales. Estos eran fuerza, coraje y lealtad.

Veamos ahora la Fuerza.

Fuerza:

Los hombres (salvo raras excepciones) somos más fuertes que las mujeres, así como poseemos (y tenemos el potencial de desarrollar) más masa muscular que ellas.

Esto en un ambiente hostil cobra fundamental importancia. Pero no te creas que en la sociedad Occidental moderna no tiene importancia. Si que la tiene, eso sí el concepto se amplía a algo más metafórico, pero sigue siendo practico también.

Además, no podemos ir contra la naturaleza. Un hombre fuerte siempre será más atractivo para las mujeres que uno débil.

Ser fuerte te da esa confianza de saber que has sido capaz de lograr algo importante en la vida. Ser fuerte se siente bien. Sientes seguridad en ti mismo.

Y eso el resto de las personas lo notan. Tienes más oportunidades no solamente con las chicas, sino también en lo profesional.

Las personas que están en forma física con una buena cantidad de masa muscular y delgado tendrán más posibilidades de pasar una entrevista de trabajo o conseguir un contrato sustancioso para su negocio o empresa.

A pesar de que se diga que hoy en día la fuerza no es importante, lo cierto es que lo sigue siendo y es algo muy masculino.

Como se es adentro se es afuera dicen por ahí. Y en lo personal estoy de acuerdo.

Un hombre fuerte físicamente por lo general será fuerte mentalmente.

Un hombre que cultive la fuerza habrá desarrollado disciplina y autocontrol. Características que son masculinas igualmente.

Tener la capacidad de no desmoronarse ante los embates de la vida y seguir adelante pese a los golpes que te echan por tierra. Eso es ser fuerte de mente y de espíritu.

¿Cómo cultivar la fuerza?

En la sociedad moderna no resulta tan fácil desarrollar esta cualidad. Ya no es necesario salir a cazar el alimento ni cargar sobre tus hombros al mamut.

Entonces, vemos como la mayoría de los hombres jóvenes están fuera de forma perdiéndose de cultivar una de las virtudes tácticas masculinas más relevantes.

Bien, es hora de arreglar eso. Veamos que podemos hacer para desarrollar la fuerza de manera general.

La calistenia es una forma económica de desarrollar fuerza y un cuerpo estético.

Son ejercicios solamente con el peso de tu cuerpo. Puedes ir a entrenar a un parque donde haya barras para dominadas y demás ejercicios.

Si eres de los que no tiene el tiempo para ir a un parque o te gusta ejercitarte en casa, bueno no te preocupes. Solo con una barra para dominadas ya puedes empezar a darle duro al entrenamiento.

Los ejercicios clásicos son las dominadas, las lagartijas, sentadillas y fondos. Luego vienen variantes de todos estos que añadirán variedad y diversión.

Si recién empiezas 3-5 veces en la semana realizando estos ejercicios ganarás bastante y te sorprenderás hasta donde puedes llegar.

Vamos Warrior no pongas excusas y ponte a entrenar.

Levantamiento de pesas.

Levantar objetos pesados es algo que sin duda te va a dar fuerza y músculo. Hay muchas formas de levantar pesas.

Incluso diferentes deportes como el powerlifting, la halterofilia y el strongman. No voy a hondar en esto porque, da para varios artículos poder desarrollarlos.

Acá me voy a centrar en cómo puedes desarrollar fuerza y músculo (que con lo anterior lo harás).

¡Hombre! con el culturismo puedes desarrollar un físico de puta madre. Sin embargo, abarca demasiado para tratarlo en este artículo.

Así es que te daré algunas pautas básicas para que desarrolles un cuerpo de un hombre.

Acá el equipo es necesario y hay bastante donde escoger. Sin embargo, me centraré en algunos ejercicios que puedes hacer con barra libre y otros con mancuernas.

Si eres principiante con 3-4 veces a la semana en rutinas de cuerpo completo puedes desarrollar un cuerpo muy bueno y masculino.

Realiza ejercicios de empuje, de tracción y para piernas.

En los de empuje tenemos a al press de banca y militar. Ambos son posibles de realizar tanto con barra como con mancuerna.

En los de tracción los remos y al igual que los anteriores, se puedes realizar con barra y mancuerna.

Los ejercicios para piernas se van a componer de sentadillas, desplantes y hiptrust para los glúteos.

Procura incorporar estos ejercicios en tus rutinas.

Un ejemplo sería poner un ejercicio de empuje otro de tracción y otro de piernas en una sesión.

Lo que te digo es algo básico pero que funciona. Además, este artículo va sobre El Camino de los Hombres no sobre rutinas de fitness.

Para finalizar esta parte, algo que a mi gusta hacer es combinar la calistenia con ejercicios con pesas. Algo que me gusta hacer es hacer los clásicos ejercicios de la calistenia como las dominadas y los fondos con lastre.

Ser fuerte físicamente es algo muy masculino. Y desarrollarla es una de las primeras cosas que puedes hacer para mejorar tu vida y masculinidad.

“Un hombre fuerte no solo es más masculino, sino que, además, es más valioso para la tribu”.

Coraje.

El coraje forma parte de las virtudes tácticas masculinas que nos menciona Donovan en El Camino de los Hombres.

Nos dice que existen 3 tipos de coraje.

Por un lado, tenemos ese coraje que implica estar dispuesto o efectivamente hacer sacrificios, incluso dar la vida, por el grupo, la tribu, la familia, sociedad o nación.

Hemos visto hombres haber realizado los más sublimes sacrificios por su país en las guerras.

Un ejemplo famoso de esto, fueron los 300 espartanos que prefirieron morir a rendirse ante un enemigo muy superior en recursos y efectivos.

A este coraje Jack Donovan lo llama coraje moral.

Pero por otro lado tenemos uno que tiene un sentido más amoral (no inmoral necesariamente).

Donovan lo llama “gameness”.

Cuando un hombre pelea por escalar en la jerarquía de la tribu. O cuando un hombre pelea por ascender en la corporación en la que trabaja tomando más riesgos que sus compañeros.

También para crear un negocio y hacerlo próspero se deberá de tomar riesgos que no están hechos para cualquiera.

Se trata de un coraje que está motivado por el propio interés del hombre en cuestión.

También implica estar dispuesto a presionar más duro que el otro. Y los otros lo saben. Por ejemplo, cuando alguien te quiere agredir, es estar dispuesto a golpear más duro a irle con todo.

Es estar dispuesto a saltar a la batalla cuando la ocasión lo amerite.

Y, por último, existe lo que los romanos llamaron “gravitas”. Esto es el peso de un hombre, es decir, los hombres dejan claro que deben de ser tomados en serio.

¿Honras tu palabra? Esto hace parte de “gravitas”.

Maestría.

Es tener un dominio sobre una o más habilidades útiles para el grupo o tribu.

Las mujeres igualmente pueden desarrollar dominio en algo. Pueden ser muy buenas en alguna profesión u oficio, pero lo que hace la diferencia en cuanto a los hombres (y la razón por la cual, es incluida en las virtudes tácticas masculinas) es que nosotros lo hacemos por ascender en la jerarquía de la tribu (o sociedad).

Una mujer médico no será medida ni por las chicas ni por los chicos en función del estatus alcanzado, mientras que el hombre sí. Los hombres no nos fijamos en el estatus de la chica para follar o para casarnos con ella. Bien podríamos hacerlo con la cajera de un súper mercado, mientras que en las chicas es distinto, aquellas sí que se fijan en ello (por su hipergamia).

Es la competencia lo que nos hace adquirir el dominio en algo. Los hombres somos así, somos competitivos. Parte de los efectos de la testosterona.

Cuando el hombre tiene fuerza y coraje y además maestría en un campo determinado, esto elevará el estatus del hombre en cuestión. Será más respetado por el grupo.

También cuando un hombre carece de fuerza, por ejemplo, la maestría lo ayudará a compensarlo.

Honor.

“Nadie me ataca impunemente”.

Es una buena forma de definir lo que Jack Donovan denomina el honor reflexivo.

Pero también tenemos el honor cultural que tiene más que ver con defender ciertos valores y tradiciones de una sociedad en concreto.

El honor es la preocupación por la reputación de fuerza, coraje y dominio dentro de un grupo de hombres.

Aquellos hombres que no les interesa lo que su grupo piensa de ellos no son confiables y son peligrosos porque, pueden hacer parecerlo débil ante otros grupos.

Son esos hombres que no les interesa mostrase débiles ante los demás o que no actúan con valentía cuando deben hacerlo, no les importa.

¿Podrías confiar en un hombre así? ¿Alguien que te dejaría solo cuando más necesitas de su apoyo? Supongo que tu respuesta es un rotundo no.

Por eso el honor es parte de las virtudes tácticas masculinas.

Tipos de masculinidad en la sociedad moderna.

A medida que se complejiza la sociedad, la masculinidad debe de canalizarse por diferentes medios.

Estas virtudes tácticas se van a demostrar en diferentes aspectos de nuestras vidas.

Masculinidad simulada.

En la vida civilizada la masculinidad se va a manifestar de una forma diferente. Sigue estando presente, pero requiere de canalizarse por otras vías.

Y estas vías son los deportes de equipo donde se requiere de cooperación.

Los deportes individuales donde se tiene que demostrar fuerza, coraje y dominio.

La competencia que se da en los negocios también aplica. Ejecutivos que buscan llegar a lo más alto de su organización sería un ejemplo de esto.

El servicio militar es una forma en que se expresa la masculinidad. Se requiere de las virtudes tácticas masculinas y el trabajo en equipo.

Masculinidad vicaria.

Otra forma en que la masculinidad se canaliza es en el hecho que a los hombres nos gusta (más que las mujeres) ver deportes de contacto, películas de guerra, leer sobre guerreros o conquistadores. Nos gusta ver 007 (no la de ahora), nos gusta ver la UFC, estudiar a Alejandro Magno o Julio Cesar, por ejemplo.

Masculinidad intelectualizada.

Esta se da en los negocios, una vez más surge el espíritu competitivo donde busca ganar más cuotas de mercado o mejores posiciones dentro de una empresa.

También, cuando tenemos a un vendedor agresivo frente a un consumidor bien informado.

Y esto no se queda ahí.

También lo vemos en la política, filosofía, religión, ciencias y en cualquier cosa donde se pueda producir un debate o diferencias.

De hecho, los debates son un buen ejemplo de masculinidad intelectualizada, se defiende una postura y crean estrategias.

Masculinidad metafórica.

Las batallas internas ¿Pierdes el control? ¿te dejas llevar por la falta de disciplina?

Mantener el control, la disciplina, no dejarse llevar por emociones del momento sin antes someterlas a la fe, la razón y los valores es algo muy masculino.

¿Respetarías como hombre a un tipo que no quiere hacer su trabajo solo porque amaneció deprimido y triste por haber terminado su serie favorita?

Vencer la inercia y dirigirse al gym bajo la lluvia es algo digno de admirar. Es algo masculino.

A esto se refiere con masculinidad metafórica en El Camino de los Hombres.

Masculinidad ascética.

Sería una continuación de la anterior. La disciplina y el autodominio es llevado más lejos, en donde el hombre rechaza los impulsos naturales como el sexo, la comida y cosas mundanas.

La abnegación igualmente entra en este punto.

Rechazar el deseo del sexo requiere una fuerte fuerza de voluntad, lo mismo con realizar ayunos prolongados. Se relaciona con fuerza y virtud, por eso es algo masculino.

Todas estas masculinidades se ven reflejadas en la sociedad moderna. Todo depende del contexto en que nos encontremos.

Sin embargo, el punto está que en esta sociedad la masculinidad se está dejando de lado. Vemos cómo se tiene que pedir permiso a los globalistas psicópatas y feministas para ser un hombre masculino. Es que se pueden ofender.

La sociedad que quieren los burócratas y feministas es una en donde los hombres dejen a un lado su masculinidad. Nos dicen que en tiempos de abundancia podemos cambiar. Nos dicen que podemos ignorar la biología.

Y… ¿Podemos cambiar?

Donovan nos dice que esa no es una pregunta adecuada.

Una mejor es ¿Qué ganamos si cambiamos?

La respuesta es evidente. Nada.

Pero las feministas contraargumentan diciendo que ganamos libertad.

¿Enserio?

Dicen que ganamos libertad de poder ser sensibles, de poder expresar nuestros sentimientos en cualquier lugar, podemos ser unos llorones.

¡Vaya que Libertad!

Lo cierto es que los hombres masculinos aborrecemos ser unos llorones.

Innumerables hombres han luchado por su libertad, por su familia, por su país, por su pandilla. No por tener derecho a ser un llorón.

Estos mismos burócratas nos dicen que tenemos que adaptarnos a esta nueva sociedad, que el futuro es inevitable. Pero una vez más, esto depende de los hombres (de si aceptarlo o no).

La confianza que podemos tener como hombres viene de construir cosas (ideas, edificios, casas, negocios, una profesión exitosa, una familia unida, etc.) y de superar desafíos.

Se que muchos recomiendan eso de aceptarse tal y cual uno es y solo así se puede tener una confianza aceptable que nos permita vivir con cierta felicidad.

Pero para mí esto no es así. Y en El Camino de los Hombres Donovan llega a la misma conclusión. Existe una retroalimentación cuando superamos un desafío y esto nos llena de confianza interna.

El problema está en que con abundancia de bienes materiales y de tecnología pareciera que superar desafíos ya no es importantes.

Ya no es necesario siquiera cazar el alimento para uno y su familia o la tribu. Podemos ordenar comida a domicilio y seguir viendo la televisión.

No es necesario que nos expongamos a un león hambriento en medio de la selva africana.

Esto no quiere decir que tengamos que volver a aquello para poder recuperar la virilidad.

Hoy en día los ritos de iniciación ya no son necesarios. Sin embargo, durante tal vez, cientos de miles de años se practicaron en las diferentes tribus y más tarde, culturas.

Estos ritos marcaban un paso de niño a hombre.

Hoy en día tenemos el servicio militar en nuestros países occidentales. Pero este ya no es obligatorio en muchos de estos.

Cómo Ser Hombres en un Mundo Feminizado.

Una de las conclusiones a las que llega Donovan es que la civilización tiene un costo virilidad. Sin embargo, no propone volver a la prehistoria.

Tiene más que ver con llegar a un punto aceptable entre masculinidad de la pandilla (tribu) por las que los hombres a través de la Historia nos hemos desarrollado y una moderación aceptable para mantenernos en un mundo civilizado.

Entonces, debemos de volver a la vida de pandilla (adaptado a nuestro tiempo), a las peleas entre aquellas. En donde podamos desarrollar las virtudes tácticas masculinas.

El Camino de los Hombres no viene de una revolución, ni con el apoyo del Gobierno, ni con el Estado, ni con las mujeres (aunque hay cada vez más chicas que lo apoyan), ni menos con las grandes corporaciones.

Su autor nos dice que viene del camino de la pandilla. Que hay un ciclo en la Historia de tres fases.

La primera donde vivimos negando nuestra propia naturaleza, la segunda cuando nos encontramos con la decepción y la desconfianza y tercera cuando reina el caos y se vuelve a la pandilla.

Bueno, y ¿qué es realmente la pandilla?

Es una coalición jerárquica y unida por hombres aliados para hacer valer sus intereses frente a fuerzas externas.

Cómo desarrollar una pandilla funcional.

En El Camino de los Hombres se nos dan algunas formas para poder establecer una pandilla funcional.

Proximidad: hombres que compartan los mismos intereses y valores. Es mejor si están en una zona geográfica determinada, aunque ahora con el Internet en posible llegar a hombres de distintos países pero que comparten muchas cosas en común.

Elegir un Nosotros: esto es encontrar las razones para reunirse y por las cuales luchar. Podemos pelear por nuestras familias, comunidad, intereses, los valores, la supervivencia, la Patria, etc.

Crear Fraternidad: cuando se trabaja la confianza aparece. Y hay buenas y divertidas formas de crear esa cohesión del grupo. Ejemplos de esto son las excursiones, la práctica artes marciales, salir de caza, construir algo juntos y cooperando o planificando salidas tácticas.

Para quienes hemos practicado artes marciales sabemos la unión que se forma en el grupo, la amistad y fraternidad están presente.

Las salidas tácticas incluyen salidas a sitios alejados de la ciudad, donde se organizan competencias, se pueden llevar armas de fuego para disparar y competir (o de otro tipo), se pueden plantear desafíos y aprender alguna habilidad en conjunto.

Esto puede ser para muchos el rito de paso de la niñez a hombre que la sociedad actual les niega.

Para finalizar te puedo decir que El Camino de los Hombres es una muy buena forma de poder aprender sobre la masculinidad de una manera cruda. Y también, a recuperarla y desarrollarla.

Será hasta la próxima ocasión.

Se despide,

Damián Cáceres.

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