Cuando la motivación se va, solo queda una sola cosa que conforma los fundamentos… Se trata de la autodisciplina. Cuando sales a correr esos 10k y al inicio vas con todas las ganas pero al tiempo el cansancio te empieza a susurrar… “Detente, descansa” y esa voz se hace cada vez más fuerte.

La motivación te ha abandonado ¿Qué haces?

Te propones ir al gimnasio para fortalecer el físico. La primera semana todo bien, con la motivación a tope.

Pero a la segunda, nuevamente esta te ha abandonado. Es un día frío, acabas de llegar del trabajo o la universidad y estás calentito en casa. El televisor te invita a ver la serie favorita de Netflix y la comodidad te susurra… “por qué habrías de molestarte en salir con este frío de tu casa, solo para ir a machacarte”, “mejor déjalo para otro día”…

¿Qué haces?

Bien, en general considero que nuestros resultados están estrechamente relacionados con nuestros hábitos.

Entonces, incluso en cuanto a desarrollar la autodisciplina se refiere.

La autodisciplina es algo que podemos entrenar, y se hace de una manera similar a como entrenamos nuestras capacidades físicas.

Nuestro autocontrol responde también a estímulos, que si son lo suficientemente desafiantes se habrá fortalecido. Pero te lo vuelvo a repetir, el estímulo tiene que ser lo suficientemente desafiante.

Si no te desafía, pues no se hará más fuerte. Y si es demasiado para tí, tampoco.

¿Cómo estimulamos el desarrollo de la autodisciplina?

Lo haremos a través de los hábitos. De por sí, cualquiera, que lo desarrollemos de manera consciente y que nos haga mejorar.

Pero existen algunos que según yo, son más efectivos que otros. Impleméntalos y verás como te vuelves alguien con una disciplina de acero.

Ejercicios Físicos.

Realizar actividad física es algo que requiere fuerza de voluntad. Sobre todo cuando llevas una vida sedentaria.

Salir a correr cuando el clima está frío, es algo que te hará más resistente. Pero también, más resistente mentalmente.

Cuando quieras abandonar y a pesar de aquello te obligues a seguir, verás como logras mayor control sobre tí mismo.

Lo mismo cuando entrenas con pesas o con peso corporal. Hacer una repetición más, no solo te hará más fuerte físicamente, sino también mentalmente.

Lo mejor es que cuando se trata de desarrollar este tipo de hábitos, por lo general, repercute en otras áreas de nuestras vidas.

Nos volvemos más disciplinados en general. Nos alimentamos mejor, en algunos casos, los hábitos de sueño mejoran, e incluso se logra un mejor control sobre nuestras finanzas.

Hacer la cama apenas te levantas.

Esto es simple. Pero es sumamente poderoso. Estas partiendo el día con disciplina y decisión. Hacer la cama es algo que tendemos a posponer, pero hacerla a primera hora de nuestro día te pone en el camino de la autodisciplina.

Es tu primera victoria del día. Esto también va a repercutir en tu autoconfianza.

Más importante aún se vuelve cuando trabajas desde casa. Y sobre todo cuando tienes tu escritorio en tu habitación. No querrás ver el desorden a cada rato, porque, es molesto y te distraerá.

Duchas de agua fría.

Este es uno de mis favoritos. Empieza a ducharte con agua fría todas las mañanas, es increíble lo jodidamente bien que te sentirás de después de haberte metido bajo el agua helada.

Más energía, estado de alerta, mayor concentración y claridad mental son solo algunos de los beneficios que reporta.

Sin duda, que pondrás a prueba tu fuerza de voluntad y con ello tu disciplina. Es que no es algo agradable estar calentito en la cama y salir directo a la ducha por una dosis de patada en el culo de agua fría. Jaja.

Vestirse para el éxito.

Esto es sobretodo a quienes trabajan desde casa. Es fácil, terminar trabajando en pijama y quedarse todo el día así.

Esto repercute especialmente en tu productividad.

Tenemos la asociación de estar bien vestidos para ocasiones importantes y trabajo. Pero estar en pijama todo el día lo asociamos a fin de semana estando relajado en casa, mirando la televisión o estando en redes sociales.

Vístete para el éxito, dale la importancia que se merece tu trabajo.

Estudiar, aprender, leer.

Dedicar tiempo para leer, estudiar a diario aunque sea unos pocos minutos, hará que tu poder de autocontrol se vuelva cada vez más fuerte.

Lee aunque sea, 15 minutos diarios y luego ve aumentando.

Orden y organización.

Tener todo en orden y con un lugar asignado es fundamental para la autodisciplina. No querrás perder minutos valiosos buscando algo importante para tu trabajo.

Además, como te decía más arriba, el desorden hace que nos distraigamos, estemos molestos y nos quita concentración.

Puede incidir en que aumenten tus niveles de estrés y ansiedad.

La ansiedad hace que tendamos a la procrastinación.

Ponerse metas pequeñas.

Ponerse metas y cumplirlas hace que nuestra autoconfianza y autoestima crezcan. Esto a su vez hará que tengamos más motivación para hacer lo que tengamos que hacer para cumplir con lo que nos hemos propuesto.

Pero el truco no está en ponerse metas demasiado grandes. Te digo que está bien ponerse metas ambiciosas. Aunque estás, son más a largo plazo.

Tendemos a subestimar lo que podemos hacer en un año o incluso 6 meses. Y tendemos a sobrestimar lo que podemos hacer en un solo día.

Entonces, ponerse metas pequeñas a diario. Pequeños desafíos diarios nos hará más disciplinados.

Escribe, 2 a 5 metas pequeñas que quieras lograr en el día.

Puede ser, estudiar 30 minutos un idioma que quieras aprender, correr 30 minutos, trabajar en un proyecto 1 hora, etc.

Escíbelo y cuando lo completes, táchalo. En mi caso lo remarco con un destacador. Es motivante ver al final del día que haz logrado todo lo que te propusiste.

Bonus:

Desarrollar una ética de trabajo o una motivación intrínseca hará que tu autodisciplina se vea dramáticamente incrementada.

Cuando sales a correr esos 10k ¿Cuál es la razón de que no abandones cuando vas por la mitad y tu cuerpo te grita que te detengas? Es una ética grabada a fuego en tí, que te impide rendirte ante el cansancio o adversidad.

La autodisciplina es la base cuando se trata de lograr cosas importantes en la vida ¿Quieres un mejor trabajo o desarrollar un negocio exitoso? Necesitas de disciplina y en algunos casos de disciplina implacable.

Lo mismo ocurre con cada área de nuestras vidas. Estar en forma, perder la timidez cuando se trata de hablarle a las chicas, ganar más dinero, etc.

Para mejorar de manera continua, se necesita de los fundamentos y uno de ellos es la disciplina.

Será hasta una próxima ocasión,

Damián Cáceres, creador de WarriorMente.